Colocar en un recipiente profundo, una gran cantidad de paciencia y de perseverancia.
Agregar una porción de humildad, una de simpatía, unos granos de tolerancia y una pizca de buen humor.
Cubrir con todo el cariño posible para obtener la unión y solidez necesaria.
Espumar de vez en cuando a fin de quitar el egoísmo, la envidia y los celos que puedan formarse.
Cocinar muy, muy lentamente.
Servir en porciones justas, salpicar con alegría, con cortesía y amabilidad.
Luego decorar con ética, amor y esperanza.
Agregar una porción de humildad, una de simpatía, unos granos de tolerancia y una pizca de buen humor.
Cubrir con todo el cariño posible para obtener la unión y solidez necesaria.
Espumar de vez en cuando a fin de quitar el egoísmo, la envidia y los celos que puedan formarse.
Cocinar muy, muy lentamente.
Servir en porciones justas, salpicar con alegría, con cortesía y amabilidad.
Luego decorar con ética, amor y esperanza.
Vía Twitter/El gourmet urbano
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